miércoles, 2 de diciembre de 2015

LOS FUTBOLISTAS MÁS ADICTOS A LOS TATUAJES

Arturo Vidal

La personalidad de Arturo Vidal está fuera de toda duda. Los tatuajes del chileno son más que simples trazos impregnados en su piel. Hace cuatro años, cuando militaba en las filas del Bayer Leverkusen, el diario Bild reveló el significado de varios de ellos. La familia es la gran protagonista de sus extremidades superiores: Su hijo «Alonsito», en el antebrazo derecho; mientras que el izquierdo está reservado para su sobrino «Arturito». Un poco más arriba, en la parte superior del brazo derecho luce el rostro de su madreJaqueline.

En el abdomen lleva un caballo de carreras, sello del caracter indomable que posee el jugador chileno. Además, un rosario, una estrella y otra serie de dibujos adornan casi cualquier rincón de su cuerpo.


Zlatan Ibrahimovic

La extravagancia de Zlatan Ibrahimovic es un arma de doble filo que le ha acompañado durante toda su carrera. Prueba de ello son las recientes apariciones a torso desnudo que ha protagonizado. Aunque es de sobra conocida la atracción del sueco por los tatuajes, hace unos mesessorprendía a propios y extraños tras marcar un gol en un partido de la liga francesa. Para celebrarlo, el ariete se quitó la camiseta y lució un cuerpo rebosante de tinta.

De tener «solo» media docena a no dejar un hueco de piel sin marcar. En el último de estos grabados aparece la palabra «Abdullah», cuyo significado en árabe es «servidor de Dios» o «Servidor de Alá». Algo llamativo si tenemos en cuenta que el futbolista se ha declarado ateo en varios ocasiones.


Raul Meireles

A los 18 años se hizo el primero y ya no supo parar. Así fue como Raul Meireles decidió perpetuar su fastuosa vida y obra. A la espalda, un dragón gigante. Las caras de su mujer Ivone y su hija Lara también tienen un lugar privilegiado. En una entrevista para la web del Liverpool llegó a afirmar entre risas que su sueño era «ganar el campeonato de tatuajes» frente a Daniel Agger y Martin Skrtel, compañeros en aquella etapa.

Pero si hay un grabado que impresiona por significado y calidad es el que luce en su pierna derecha. Como si de una autobiagrafía se tratase, el luso albergala Torre de los Clérigos, uno de los monumentos más emblemáticos de Oporto, su ciudad natal. Además, guarda espacio para la típica cabina londinense -que evoca su paso por el Chelsea-, y la Mezquita Azul de Estambul, en honor al Fenerbahçe, club en el que milita actualmente.


Djibril Cissé

Otro de los jugadores que más llama la atención por sus tatuajes es Djibril Cissé. Tiene cerca de 40, principalmente ubicados de cintura para arriba. Los tribales copan el protagonista, aunque también hay lugar para la presencia de sus familiares.

Cuentan los mentideros del fútbol que cuando el delantero galo entró por primera vez al vestuario del Liverpoool, dejó a todos sus compañeros boquiabiertos. Las enormes alas que luce en su espalda son sin duda el grabado más llamativo. Pero también hay cabida para perpetuar sus logros deportivos: un escudo del Panathinaikos recuerda que con ese club ganó una liga y una copa.


Daniel Agger

El otrora gran defensa del Liverpool, Daniel Agger, es todo un fanático del mundo de los tatuajes. La calidad de los mismos ha salido a relucir cada vez que se ha quitado la camiseta. En la espalda, un impresionante cementerio vikingo se abre paso en representación de cuatro generaciones de reyes daneses. El grabado cuenta con su fecha de nacimiento y un rótulo con la siguiente frase en latín: «Mors certa, hora incerta» (La muerte es segura, la hora es incierta).

En el brazo derecho lleva tatuado un vikingo, mientras que alrededor del codo izquierdo sostiene una banda con la inscripción en danés: «Succes er en leve som hombre vil selv» (El éxito de la vida es vivir como uno quiere). Una de sus últimas piezas son las letras «YNWA» (siglas de la célebre cita «You’ll Never Walk Alone») que lleva en cada uno de sus nudillos. Cabe resaltar que Agger posee el título de tatuador profesional.


David Beckham

El icono por excelencia del fútbol negocio no podía olvidarse de adornar su cuerpo. Para David Beckham tatuarse es una acción que traspasa con creceslo meramente superficial: «Yo siempre los he entendido como una forma de expresar cómo me siento, cuáles son mis pensamientos y qué recuerdos son para mí los más importantes».

En su brazo izquierdo da rienda suelta a su amor por Victoria, con su nombre acompañado por una inscripción hebrea: «Yo soy de mi amado, mi amado es mío». La pequeña de los Beckham, Harper, también está inscrita en el pecho de su padre, muy cerquita del corazón. En el brazo derecho resalta el número VII, el mismo que lució en su camiseta durante su periodo en elManchester United.

En su espalda lleva el nombre de sus tres hijos (Brooklyn, Romeo y Cruz)junto a la imagen del ángel de la guarda. Además, entre otros tatuajes, el exjugador inglés luce una cruz alada que representa, según él mismo, «un talismán religioso que tiene el fin de proteger a mis hijos».


Carlos Tévez

Carlos Tévez no es de los que se deja amedrentar por cualquier cosa. Tras crecer en una de las villas más peligrosas de Buenos Aires, pocas cosas intimidan al «Apache». Menos aún, si lo único que hay por el medio es una aguja de tatuar sobre su piel. A finales del año pasado, el delantero argentino estrenó un impresionante tatuaje que cubría toda la espalda.

El dibujo, una reproducción del fresco de «la Resurrección de los muertos»que alberga el techo de la Capilla Sixtina, surgió a raíz de una visita del futbolista al Vaticano para entrevistarse con el Papa Francisco.


Sergio Ramos

El «Tarzán de Camas» es otro adicto a la tinta. Cada uno de sus bíceps refleja senda frases respectivas en inglés: en el derecho, «el espíritu de los muertos»; y en el izquierdo, «permanece en la memoria de los vivos». En la misma zona guarda un rincón para dos fechas tristemente recordadas:«11/3», en alusión a los trágicos atentados de los trenes en Madrid, y «11/9», día en que cayeron las Torres Gemelas.

También guarda dos inscripciones para sus hermanos Rene y Miriam, y una tercera donde se lee «Yo Rubio», en referencia al apodo de su padre. Una gran imagen de la Virgen o el número «VII» son otras de sus marcas. Pero si hay uno que destaque por su emotividad es el que luce en recuerdo de su difunto amigo Antonio Puerta: «Nunca me olvidaré de ti».

Por último, tras conquistar la ansiada décima Champions League, Sergio Ramos cumplió la promesa de tatuarse el trofeo. «Lo prometido es deuda. La Champions en la piel y en el corazón», tuiteó el segundo capitán del Real Madrid nada más pasar por las agujas de un especialista. La orejona se suma a la Copa del Mundo que adorna su otro gemelo.


Fuente: abc.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario